martes, 19 de enero de 2010

conmigo

como una sentencia que me han comunicado, pero sin aclararme cómo se ejecutará. símil que me divierte por el pavoneo entre la extinción y el paroxismo. no puedo desatender este orden de flagelación.

primero: la alcahuetería de los dedos que me fuerzan a un taconeo de puta encanecida.

segundo: este amor en hebras de onda corta moviendo la perilla para encontrarle una malasia al tigre.

tercero: el pudor con que me daño, escara de papila que adopta ese tono coloquial para lengüetearme el textículo.

ya sé, ya sé que matusalén y maricastaña se han comprometido para copularme el chamullo.
y que todo quede a la espera de que se me caiga el pechito de boludez.
y asuma que te fuiste a rascarle el bisoñé a mongo aurelio.