lunes, 29 de junio de 2009

Cuitas

dale
en el titanic vendeme un camarote
que te ahogo en bengalas salvabolas
en pompeya escupime una ceniza
que lave y lave hasta postrar la gripe

al muro de berlín mientras me caigo
un ladrillazo surtime, que espichamos
o en las bodas de caná, tinaja libre
te escanciás todo y me dejás rezando

dale
volcame hacia las indias de occidente
que te machaco maíz al escorbuto
pintame una sextina en la capilla
y le verseo un jean a ese desnudo

vayamos a la plaza del buen ayre
a respirar el cabildo dependiente
y en un beso francés de dormitorio
sujetemos al mayo del quilombo

dale, bobinemos la historia
destruyamos:
que no puna hammurabi nuestras cuitas
que la clío nos muestre sus vergüenzas
que braudel nos coyunte duraciones

y que el dolor, mi amor
no sea nuestra única

noticia

miércoles, 24 de junio de 2009

Efemérides

la señora del abrigo símil cordura se reúne con el simulacro de reconciliación, goma de pegar en mano. él le habla sordamente desde el tabernáculo de sus problemas, diván en pierna.

ella le comenta sobre el pronóstico:
las estaciones me están limitando la cicatrización de las antípodas. si no fuera por tu estómago resfriado hoy tendríamos un grado primaveral en las ojeras. así que hay que enguantar las penas, a fin de que suba el debido fahrenheit de las culpas.

la señora mete el abrigo en el frasco de plasticota y el simulacro la observa con ojos de examen prostático, mientras a ella se le caen cuatro golondrinas saladas de los bolsillos.

y ya sabe cuando esto pasó : al mal tiempo siento volando.


lunes, 22 de junio de 2009

Sobró

mis melenas rezando a tus quijotes
una didáctica del suicidio en dos versos
la sequedad protectora de azares
un enriquecimiento ilícito de silencios
la técnica espeleológica de sinsabores

sólo la noche

la hipótesis:
desplumar al edredón
el cuerpo de los victimarios a vengar
sepelios de alucinaciones transcriptas
en el descarne y llorar a fémur suelto
(ojalá no karmicaminemos tanto)

una manera de divulgarte frustraciones

esto es lo que sobró
y la noche, claro
tan astuta, ella
tan mentirosa
tan metódicamente memoriosa




miércoles, 17 de junio de 2009

CV

más que el próximo ser errante
mal agüero de boviedades

o que la adolescencia espartaca y miope
con demasiado papel oficio en la olivetti

más que el diploma y la frigia jura
hasta la demanda de los fenicios

o que las pecas facultativas en un café
no coração - brasília revisited - meu bem

más que el éxtasis terso de volver
con chopin mazurcándome las llagas

el destener
es más que nada mío

y así cuando me exigen el currículo
pregunto con la manga cortada:
¿nalga izquierda o derecha?

y me voy acelerando la curva
con algo más que los calzones
bien subidos al volante



lunes, 15 de junio de 2009

Pasmo

Mi abuela, que hacía unas ensaimadas de joderse la cintura y un carácter de volverte mierda los planes, me decía con voz de mallorquina rizada: que no te bañes cuando te venga, que te da un pasmo.
Ante el mandato, a lo único que me atreví fue rebuscar en la parte oculta de la bibliotequita de mis viejos, un “Manual del Pasmo”. Como ya había encontrado “El Manual de Matrimonio Perfecto” (había dos volúmenes iguales sin uso, al parecer) tenía esperanzas.
A los trece años, enero de cremación, me duché inmediatamente después de que me vino.
Me enalgodoné las partes (no se me permitían los OB), me senté en la sala, con un camisolín estampado de Betty Boop, y esperé al Pasmo.
Y ahora, qué coño te pasa, niña, vamos, mueve las cachas, que hay que comprar la carne pá las milanesas. Y las vas a hacer tú. Supuse que el Pasmo vendría con huevos, pan rallado y perejil.
(Es que estoy…) Ya, ya. Pá que sepas ahora lo que es ser mujer. Te quedas ahí. Tómate una copita de anís.
Pensé que el Pasmo tendría ese narcótico perfume ouzo. Y sonreí.
Media hora. Me hormigueaba todo. Me levanté, sentí la marea roja y fui. No encontré ningún manual. Pero sí el lomo palpitante de un libro ni siquiera hojeado. Lo abrí al azar:
“y una vez más una zarpa de fuego se apoya en el corazón de su presa/ en este Nuevo Mundo confuso abierto en todas direcciones/donde la furia y la pasión se mezclan al polen del Paraíso/y otra vez la tierra despliega sus alas y arde de ser intacta y sin raíces/cuando un hombre y una mujer que se han amado
se separan”.*

Y me pasmé para el resto de mi vida.

* Enrique Molina, “Alta Marea”

viernes, 12 de junio de 2009

13 de junio - Día del Escritor en Argentina



Con mi respeto, admiración y cariño, vaya esta canción, interpretada por la Mecha Sosa.
Muchísimas gracias a todos, porque son Ustedes, escritores del mundo, que me han salvado.

miércoles, 10 de junio de 2009

Sordina

necesito este silencio de mugre en los talones
caminar la nicotina entre las verjas
tiznarme de verdad con esa mala fama
de florcita de barrio
más dos golpes de centavos
en las caderas tuertas del destino

necesito este carozo curtido en la garganta
insultar a los fumigadores de la historia
crujirme como espina
en paladares san laurel aliento ferrum
más tres injurias limpias
al sueño de cucú que ni la hora

irme al culo del mundo, necesito

y cagarlo a patadas por esta
sordina de existencias
más una rosa en tubo
que odie en sus sudores
el plástico numérico
con la que fue vejada

martes, 9 de junio de 2009

Neorrabioso&Bibiana&Lucy



"y que se joda la horda"

miércoles, 3 de junio de 2009

Canon

ni que su alcoba de salamandra me diseñara un horno.
decrepitud es todo lo que he dicho.
¿sangre? lo que ahora veo es jugo doblado de paraguas.

I
y no sé nada del fuego.

ni que me tragara el caldo íncubo que convida al
ejercicio de ponerme el tripanosoma en su cruz.
¿raíces? la piedad en funda de polvo genealógico.

II
y no sé nada del fuego.

una lapicera ajena al liquidámbar palidece cuando
retoco los otoños como si fuera la reina del mamotreto.

ni que se me concediera.

porque no es de verdad este verso que yazgo:
él, que erige en su pecho una vitrina impotente
al espectro de vulvas signadas en su hoja.

III
no sé nada del fuego.

¿y de dónde viene esta ceniza?

¿y este canon rechinante vociferando
tras mi pisada de sahumerio?

¿ y cuánto tiempo me va a durar la yerra?