martes, 7 de julio de 2009

Vendido

No te das cuenta y tu canto está cariado por la golosina rústica que te ofrecen después de quebrarte el paladar. La tragás entera, como la leche del pútrido manal de inconexiones. Sonás, cascabel de llagas, en el intento de parecerte al desclave que recompone tu arpegio destilado de teclas.
No te das cuenta. Más te valiese que el blues la tormenta de especies tintóreas te llevara y que el sol te cosiera una vara más en la camisa antes de que la luna te ponga fuera de su foco cenital.
Y cantás como un caballo esclavo que ha comprado con su lomo la libertad del jinete y con su espuela te arrastra al confite obseso del matrimonio con el oído ajeno.
Y sonreís, todavía, sonreís con el trapo escudero de tu propio seminal amordazado. Qué dientes habrán de sostener tu mandíbula empipada de secuestros. Qué dedos habrán de salivar el reúma que sólo trabaja para arañar el sebo del almanaque.

No te das cuenta. Ya tenés condenas donde había vocales, glande marchito donde había intención. Bardo vendido.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Ups! Esto viene durito, eh. Babeooooo,carajo!
Besotes, tocasha, te escribo en un rato.

Neorrabioso dijo...

Qué buena eres, BIBI. Y buena, en el poema que nos ocupa, porque eres capaz de hacer daño al lector, y mucho más al lector-escritor, a los poenautas, a mí mismo. El peligro que nos rodea, los demasiados lectores (nos leen demasiado, te lo aseguro), la querencia por satisfacerlos, el miedo a dejar de ser querido, la transfiguración o travestimiento a que nos puede llevar eso, el no reconocerse.

Pero tú tranquila. Me conozco a los poenautas al dedillo: ahora pasarán todos y lo leerán pensando que este texto se refiere a "otros". Pero, para mí, un gran texto es un gran texto cuando supera el maniqueísmo de los "otros" y contiende verdades que le pueden afectar a uno. Es el caso.

En ese sentido, éste es uno de tus mejores escritos, porque se puede prescindir de la muñeca caligráfica que todos te alabamos. Fuera de tu habitual demostración de lenguaje, queda algo, queda mucho. Y ese algo hace daño.

Abrazos con admiración, hoy más si cabe.

Hasta pronto.

Neorrabioso dijo...

FE DE ERRATAS: Donde digo "contiende" debe leerse "contiene"

Giovanni-Collazos dijo...

Bueno, muy bueno.

Ha ese glande marchito pisalo con el tacón puesto... y veras que dolor causarias... huyys!!

o terminas por besarlo, una de dos.

Grande Bibiana!

Un abrazo no marchito.

Gio.

Adrian Dorado dijo...

¡¡¡Upalalá prunacha!!!
Lastima, lascera, hunde el sacacorcho en el cerebelo del nabo y te deja frito. Menos mal que no se lo dedicaste a... fulanito.
Taría pal suicidio el coso ese.
Lo parió...no, si te voy a mandar una foto de un sepultatorio para que la gomités toda y no te quede miasma dentro.
Coincido con el madrileño, duele y reduele.
Patitiesamente pejertolando me dejá.
Igual te requiero! Vosabé.

Besito

Marian Raméntol dijo...

Esta vez soy yo la que doliente me arrastro ante este escrito... quema.

Besos
Marian

lobo rojo solitario dijo...

Ya quiero alcohol para mis heridas y si no hay alcohol, SAL. Es mi deseo acentuar el canto/grito donde nadie escucha, esquivar las serpientes subcutáneas. Hervir la golosina rústica y tragármela de un solo saque. Liberar al equino bruno sometido por la esclavitud. SALTAR LA BARDA, donde cuelga un cartel q dice "se vende" En este caso creo no tiene maldad tu crueldad de ajugas al rojo vivo, clavadas en las cuerdas vocales. Lo maligno yace en q todos tenemos un precio. lobezno ruborizado

lobo rojo solitario dijo...

FE DE A RATOS: donde dice "ajugas" (linda parola NO!!!!) léase plis "agujas". tankiú

Bibiana Poveda dijo...

Todos Uds., ojos de lince, saben, que la primera afectada soy yo. Me dolí y me lastimé. Como tu nectarina, Batania. Como tu monstruo, Marian.
Viví, estás aquí, carajo.
Gio: abrazo en flor.
ADorado, toy pal chapiro, nene.
Lobo, sal, más sal en la herida.


Gracias. Por hoy no digo nada más.

Mónica Angelino dijo...

La Bibi no se vende, te raja y saca lo pior de todo y así tan campanuda le mete lustre la ironia, te la pone sin vaselina, supositorio de al ego.

Mi lucy, alicia taco aguja.

Bibiana Poveda dijo...

Causalón... me acordé del nunca bien ponderado Causalón... Algún día, capaz que me venda, pero será en un libro, y no creo que me compren... Así que tengo éxito aegurado.
Ya lo dije, la primera afectada soy yo. Me autosupositorié, y ya sabés lo que pasa después, kerida Mónika.
tekero!

Emilio Ariza dijo...

No te das cuenta. Ya tenés condenas donde había vocales, glande marchito donde había intención. Bardo vendido

El descuido siempre tiene algo que ver y no nos damos cuenta porque no conviene el hacerlo. Abrazos Bibi , un poema boludo no es sierto ja ja ja

Adolfo González dijo...

"Todos vamos a vendernos, Tarumba" escribió el bardo de Jaime Sabines un día.

Y es cierto. Y no porque lo diga él, ni porque yo lo diga tampoco, así que sigue vendiendo tu luz, tan rara (rara en el mejor de los sentidos: propia).

Adolfo González dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Adolfo González dijo...

Por otro lado, aparte de tu poema (que es un valiente yendo joven al cementerio de la memoria del lector), el darse cuenta de algo es muy discutible. Tú te puedes creer con la razón de algo y estar completamente equivocada. Todo lo que tú o cualquiera piense o diga puede ser falso; de hecho, pensar y decir implican una falsificación... Y si no lo sabes puedes no darte cuenta de ello y ser engañada por tu ego.

Bibiana Poveda dijo...

Emilín: ayer comentaba con un amigo que, en serio, no escribí esto para "alguien", o mejor, como lo que escribo, en general, primero ME lo escribo. Aquí, ojos avizores, han visto mucho más, y me han ayudado a ver a mí.
Besos hasta allá, cumpa!

Bibiana Poveda dijo...

Adolfo: por supuesto que todas las "razones" son discutibles, como todo lo es. Yo no estoy fuera de eso. Sólo escribo, y soy engañada por mi ego, también, sólo que de vez en cuando me gusta darle un par de sacudones, a ver si despierta de la boludez.
Muchas gracias por dejar tu palabra y tu opinión por aquí.
Saludos cordiales!

Virginia Edit Perrone. dijo...

En qué plato lavo tanta propia mugre pelusa; tan propia, tan desprevenida, la que tontamente se va juntando a fuerza de querer decir y, a lo mejor o a lo peor, hacer sólo miseria que se cree copo, o amor, o reverso de heridas. Quién me dijo que sé algo de las penas, los olvidos, los espermas, los espérames dolientes o aguerridos. Quién me habilitó a esta acometida de qué.
El mayor espanto, el mayor miedo es saber que en realidad hay más estiércol que verso prometido. Y el crimen es pisar el fuego, y ni siquiera enterarse.

Me rezo este Padre Nuestro, tuyo, desde hoy, para recordar que no hay gloria, y que, donde la creemos, hay sólo perdición. Que lo único que vale es machacar en el silencio.

Bibi, un Texto Mayor, por una Reflexión Mayor.

Esta vez me llevo un puñal de fuego sobre el Pecado Original que nunca se redime.

Te abrazo.
Virginia.

Anónimo dijo...

Me pierdo al sumergirme en este barrizal de dolor. Exquisito barrizal.
Besos

Bibiana Poveda dijo...

Virginia, tu Palabra aquí, incendia el texto. Esa entrega en los comentarios que hacés, poniendo pecho , vida, muerte, me alucina.
GRACIAS Y GRACIAS, poetaza!

Bibiana Poveda dijo...

Sólo después de embarrarse hasta el cogote, Cesc, es que se puede disfrutar de la claridad de las aguas (si es que las hay)
Gracias, poeta, besos!